En las alturas del barrio de Sants, este piso de 77 m2 más 55 m2 de terraza es perfecto para los que sueñan con una terraza privada y vistas de 360 ​​grados.

Este ático ofrece sol permanente en el lado sur de la gran sala de estar con una sala de estar y una cocina abierta.

Reformado íntegramente por una promotora hace 2 años, el edificio ha sido reformado manteniendo el encanto de lo antiguo. La promotora ha sabido resaltar todo el encanto típico de los alojamientos de Barcelona: suelos de cerámica, paredes de ladrillo y el famoso techo catalán con ondas. Los tonos blancos de las paredes y el techo le dan a toda la habitación un encanto que combina modernidad y autenticidad. La cocina abierta e integrada combina el blanco y el negro de forma elegante.

Un largo pasillo conduce a los tres dormitorios, incluida una suite muy luminosa que se abre a una amplia vista del Tibidado que domina Barcelona.

Los dos dormitorios principales cuentan con cálidos pisos de parquet. Además del baño de la suite, el apartamento tiene un segundo baño también todo en cerámica.

Tenga en cuenta que se ha tomado un tercer dormitorio más pequeño de la habitación principal y, por lo tanto, se puede abrir, según sea necesario, para ampliarlo.

Justo arriba, por una hermosa escalera, llega a lo más destacado de este apartamento: ¡una terraza panorámica de 55 m2!

En el lado norte, la Sierra de Collserola con su punto más alto a 512 metros, el Monte Tibidabo.

Lado sur, una gran vista de la colina de Montjuic que culmina a 185 metros.

El barrio de Sants está lleno de plazas y plazas muy tranquilas, empezando por la del final de la calle, la encantadora Plaza de Iberia y no muy lejos de allí, la más grande Plaza de Osca. Para los amantes de la buena mesa y la comida ecológica, el mercado cubierto de Sants es de visita obligada. Esta joya de la arquitectura modernista, construida en 1913, ofrece más de medio centenar de puestos de venta de productos frescos, muchos de ellos ecológicos.

En la calle, un supermercado está abierto los 7 días de la semana y los fines de semana la arteria principal de la calle de Sants está cerrada al tráfico. El metro está a tiro de piedra (línea roja y azul), el aeropuerto a 20 minutos y Castelldefels a 35 minutos en tren.