Impresionante principal modernista con mucho encanto

Espectacular principal modernista a actualizar de 392 m2, situado en la planta principal de una finca que data del 1.931.

La propiedad se localiza en la calle Valencia en pleno centro de la ciudad a una calle del prestigioso Passeig de Gràcia. Pertenece al entorno protegido de edificios situados en el Sector de conservación del Eixample, lo que garantiza la conservación de la zona i los edificios que lo configuran.

Su céntrica ubicación permite disfrutar de todas las posibilidades que ofrece nuestra ciudad, así como de excelentes comunicaciones por transporte público.

Se trata de un piso pasante, con luz por ambos extremos y orientado por un lado a la calle Valencia y por el otro a un tranquilo patio de manzana con una gran galería.

Esta vivienda se vende en estado original, con elementos modernistas de la época. Los techos de más de 4 metros de alto, tienen molduras artesonadas bien conservadas con frescos originales, mantiene los suelos de mosaico Nolla en perfecto estado, la carpintería interior y exterior de madera original y los cristales plomados también se conservan intactos.

Piso pasante en finca modernista

La vivienda se sitúa en la planta principal de una finca entre medianeras del Eixample que fecha de 1931, con una superficie construida de 392 m². El emplazamiento está dentro de un entorno protegido de edificios pertenecientes al Sector de conservación del Eixample por el que se garantiza una buena conservación de la zona y de los edificios que la configuran.

El edificio, de PB+9, se desarrolla dando lugar mayoritariamente a dos viviendas por planta. No obstante, la vivienda situada en la planta principal ocupa la totalidad de la planta. Cada una de las viviendas tiene dos zonas diferenciadas en los extremos, por un lado la calle València y por el otro un tranquilo patio de manzana. Las zonas intermedias se apoyan en diferentes patios por el que también disponen de luz natural y ventilación.

La fachada principal de la finca, la de la calle València, destaca por su simetría y formalización en balcones y ventanales con cinco aperturas por planta que dotan la fachada de un ritmo de vacíos y llenos propios de las construcciones del Eixample.

La finca se sustenta gracias a muros de carga de ladrillo macizo y forjados con vigas unidireccionales y bóvedas cerámicas. La tipología de estructura y la amplitud de los espacios dan lugar a infinitud de configuraciones interiores.

Los elementos constructivos representativos del Eixample de Barcelona como puertas de madera, pavimentos hidráulicos y techos decorativos, acabarán de dotar el piso, de absoluta elegancia.